Los tejados de pizarra son conocidos por su durabilidad, pero algunos ejemplos son realmente sorprendentes. En Escocia y Francia, se han construido castillos hace más de 300 años que aún conservan sus tejados de pizarra originales, ¡y sin apenas mantenimiento! ¿Cómo es posible?
La respuesta se encuentra en las propias características de la pizarra y su colocación cuidadosa. Las pizarras son de tamaños grandes con grosores medios de 7mm. y con solapes amplios de hasta 200mm, lo que prácticamente elimina el riesgo de filtraciones por el fenómeno capilar ascendente entre las paredes de las pizarras. Además, los tejados son muy inclinados, lo que permite un rápido drenaje del agua de lluvia y evita la acumulación de humedad en las pizarras.
Pero la durabilidad de estos tejados también se debe a la calidad de los materiales utilizados y la excelencia de su instalación. Sus propiedades físicas y mecánicas lo hacen ideal para soportar el peso y las tensiones del tejado, resistiendo la acción del viento, la lluvia y la nieve. En la construcción de los castillos, se emplearon sólo las mejores pizarras disponibles, seleccionadas cuidadosamente por su resistencia y durabilidad. Y los maestros artesanos que llevaron a cabo la instalación de los tejados demostraron una habilidad y conocimientos técnicos impresionantes, asegurando que las pizarras fueran colocadas con precisión y firmeza.
¿Cuáles son los trucos y secretos para mantener un tejado de pizarra centenario en óptimas condiciones?
El truco está impedir cualquier filtración hacia el soporte o la estructura de madera que las sostiene. Gracias a esto, la humedad no penetra en el tejado, evitando daños y manteniendo su fortaleza ante las inclemencias del clima. Pero, ¿Cómo lograr esta hazaña?.
En primer lugar, la selección del material adecuado es fundamental. La pizarra natural es la más resistente y duradera que otros materiales de cobertura, ya que es menos propensa a las grietas por los cambios de temperatura. Además, la calidad de la pizarra también influye en su durabilidad. Las medidas pequeñas de 30x20 o 32x22cm, con 3mm de espesor y una composición de calidad exenta de minerales oxidables, tienen una vida útil de 50/60 años. Pero si se desea la máxima excelencia, hay que seleccionar las medidas de pizarra según la inclinación de la cubierta. Por ejemplo, una cubierta con una inclinación de 20º requerirá una pizarra de 50x25cm, con un grosor de 7mm, que cumpla con la norma del triple solape de 166mm. Sorprendentemente, con estas características, la vida útil de la pizarra puede superar los 200 años.
Sin embargo, el diseño y la construcción también son importantes. La inclinación del tejado debe ser cuidadosamente considerada para permitir el drenaje apropiado del agua. Las técnicas adecuadas de instalación, como el recubrimiento requerido de piezas de pizarra, pueden minimizar la posibilidad de filtraciones de agua y mejorar la estética del tejado.
El mantenimiento adecuado es esencial para prolongar la vida útil de cualquier tejado, y los tejados de pizarra no son una excepción. Inspeccionar regularmente el tejado en busca de signos de daños o problemas puede ayudar a detectar y reparar las filtraciones de agua en las primeras etapas. Además, la limpieza del tejado para eliminar la acumulación de hojas o ramas puede prevenir la acumulación de humedad y el crecimiento de moho.
Cabe mencionar que la ubicación geográfica y el clima también pueden tener un impacto significativo en la duración de un tejado de pizarra. La pizarra es resistente a la congelación y la exposición prolongada al agua, por lo que es particularmente adecuada para climas fríos y húmedos. En climas cálidos, la durabilidad de un tejado de pizarra disminuye por la exposición excesiva a los rayos solares y la sequedad.
En resumen, seleccionar la pizarra adecuada, diseñar e instalar el tejado correctamente, proporcionar mantenimiento regular y reparaciones, e incluso considerar la ubicación geográfica y el clima, son los trucos para mantener y prolongar la vida de un tejado de pizarra hasta el asombroso lapso de más de 200 años. ¡La calidad y la excelencia son posibles si se aplican estos secretos!
Conclusión:
Los tejados de pizarra son una verdadera obra de arte en cuanto a durabilidad se refiere. Los ejemplos de castillos en Escocia y Francia son testigos de la calidad y excelencia de este material y la importancia de un correcto diseño e instalación para garantizar su longevidad.
¡Un verdadero legado arquitectónico que nos sorprende y maravilla a partes iguales!
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